Qué exige el Reglamento de Comercio Electrónico a tu empresa
¿Tu negocio cumple con el vigente Reglamento de Comercio Electrónico en Chile? Conoce las obligaciones que toda empresa debe cumplir para evitar problemas con clientes y SERNAC.
El auge del comercio electrónico en Chile ha traído consigo una ola de innovaciones y desafíos, especialmente en lo que respecta a la regulación y protección del consumidor digital a la hora de gestionar sus quejas y reclamos.
Con la implementación del Reglamento de Comercio Electrónico, tu negocio hoy se enfrenta a nuevas exigencias diseñadas especialmente para estandarizar las prácticas en el amplio espectro del e-commerce y mejorar la experiencia del cliente.
Este reglamento, más que una serie de directrices, representa cambios obligados en la forma en que las empresas deben operar en el espacio digital.
Es que en el 2023, una proporción significativa de los reclamos más comunes en Chile recibidos por el SERNAC estuvo relacionada con problemas en las compras online, lo que destaca la necesidad de una regulación más robusta en este sector.
El Reglamento de Comercio Electrónico responde a esta necesidad, estableciendo obligaciones concretas para las empresas en términos de transparencia, información al consumidor y gestión de reclamos online.
Por todo esto, este artículo te propone partir desde 2 ejes fundamentales para entender la temática con precisión extrema:
Por un lado, te explicaremos lo que el Reglamento de Comercio Electrónico concretamente exige hoy a todas las empresas que operan dentro del territorio chileno.
Por el otro, abordaremos cómo su cumplimiento ya no solo es esencial para evitar sanciones posibles de SERNAC, sino que también lo es para la construcción de una relación de confianza y satisfacción con tus clientes.
Comencemos: aquí entenderás las claves centrales de este reglamento, conociendo además insights valiosos sobre cómo tu empresa puede adaptarse fácilmente a estas nuevas normativas y mantener, al mismo tiempo, una capacidad de respuesta a reclamaciones siempre centrada en controlar las expectativas de los usuarios.
La evolución de las ventas online y la creación del Reglamento del Comercio Electrónico
Nadie puede dudar ya de que el ecommerce ha revolucionado la forma en que las empresas y consumidores interactúan en Chile y en todo el mundo.
Esta transformación digital no sólo ha redefinido las estrategias comerciales, sino que también ha impulsado la necesidad de regulaciones adaptativas para garantizar un entorno de comercio justo y seguro.
El Reglamento de Comercio Electrónico representa un paso crucial en esta dirección, estableciendo un marco legal que aborda los desafíos únicos propios de esta era digital actual.
El ascenso imparable del E-commerce
En la última década hemos sido testigos de un crecimiento sin precedentes en el ecommerce, el cuál se potenció mucho más aún con la llegada de la pandemia mundial generada por el Covid-19.
Las empresas chilenas han adoptado rápidamente plataformas digitales para expandir su alcance, ofreciendo a los consumidores una variedad más amplia de productos y servicios con la comodidad de un clic.
Este auge del comercio electrónico ha sido impulsado por la gran cantidad de avances tecnológicos, cambios en el comportamiento del consumidor, y más recientemente por la pandemia global, la cual aceleró la adopción del ecommerce como una necesidad más que como una opción comercial.
Con este crecimiento lógicamente surgieron nuevos desafíos, especialmente en lo que respecta a la protección del consumidor y la transparencia de las transacciones.
Fue así que el 23 de septiembre del 2021 en Chile se publicó en el Diario Oficial el Reglamento de Comercio Electrónico.
Hoy más que nunca las empresas se enfrentan a la tarea de navegar en un entorno donde las expectativas de los consumidores están en constante evolución, y donde la confianza y la seguridad son fundamentales para el éxito comercial.
Aquí es donde el Reglamento del Comercio Electrónico entra en juego, proporcionando un conjunto de normas que ayudan a las empresas a operar de manera ética y transparente en el mundo digital.
Impacto del reglamento del ecommerce en las prácticas comerciales chilenas
El Reglamento de Comercio Electrónico en Chile establece claras directrices sobre cómo las empresas deben presentar información a los consumidores, incluyendo precios, disponibilidad de stock y también detalles sobre el Derecho a Retracto.
Estas regulaciones no solo buscan proteger a los usuarios, sino que también ofrecen a las empresas la oportunidad de fortalecer su credibilidad y fidelizar a sus clientes ocasionales.
Adhiriéndose a estas nuevas normativas tu empresa ahora puede mejorar su reputación sin esfuerzo, impulsando la reputación de tu marca alrededor de una base de consumidores leales que saben qué respuesta esperar de tu negocio.
Adaptarse a las regulaciones del Reglamento de Comercio Electrónico es más que un requisito legal; es una oportunidad para que tu empresa revise y mejore sus procesos de atención al cliente y gestión de reclamos.
En este sentido, implementar prácticas transparentes y eficientes no solo te permitirá cumplir con la ley, si no que también mejorará la experiencia que ofreces a tus consumidores, estimulando un aumento del valor de vida de tus clientes.
¿Qué exige hoy el Reglamento de Comercio Electrónico a las empresas que operan dentro de Chile?
Está claro que la publicación del reglamento de por sí ya representa un cambio significativo en el panorama del comercio digital, ya que establece un marco legal concreto que impacta profundamente en la operativa diaria de las empresas.
Pero este reglamento no solo responde a la creciente demanda de transparencia y seguridad en las transacciones online, sino que también establece un estándar de calidad y confianza para la interacción entre compañías y usuarios.
A continuación, presentamos un análisis detallado que explica los aspectos claves del reglamento y su significado para las empresas que se desenvuelven dentro del territorio digital chileno:
Transparencia en la información y precios
El reglamento exige que las empresas proporcionen información clara y detallada sobre los productos y servicios que ofrecen. Esto incluye:
Precios totales y desgloses: las empresas deben informar no solo el precio del producto o servicio que ofrecen, sino también cualquier costo adicional, como impuestos y tarifas de envío.
Características del producto: se deben detallar las especificaciones del producto, incluyendo tamaño, color, material y cualquier otra característica relevante.
Derechos del consumidor y políticas de devolución
El reglamento refuerza los derechos de los consumidores en el ámbito digital, destacando principalmente 2 aspectos:
Derecho a Retracto: se clarifica cuándo y cómo los consumidores pueden ejercer su derecho a retractarse de una compra. El derecho de retracto permite arrepentirse y terminar un contrato dentro de 10 días desde su aceptación y antes de usar el servicio.
Políticas de devolución claras: las empresas deben establecer y comunicar sus políticas de devolución de manera transparente.
Gestión de stock y entregas
Una parte crucial del Reglamento de Comercio Electrónico se centra en la gestión de stock y los procesos de entrega que las empresas deben garantizar para poder comercializar sus productos y/o servicios dentro de la legalidad:
Información de stock: las compañías deben informar con precisión certera acerca de la real disponibilidad de aquello que están ofreciendo al público.
Claridad en los plazos de entrega: se deben proporcionar estimaciones realistas y sin ambigüedades sobre los tiempos de entrega.
Responsabilidad y contactabilidad de las empresas
El reglamento también aborda la responsabilidad que pesa sobre las compañías en cuanto a tiempos y formas que se deben garantizar en toda instancia de atención al cliente (su incumplimiento acarrea graves consecuencias legales y económicas):
Canales de comunicación efectivos: las empresas deben ofrecer canales de fácil interacción al público en general y primordialmente accesibles para que sus clientes puedan realizar consultas y/o presentar quejas o reclamos.
Resolución proactiva de problemas: se espera que las empresas tengan procedimientos establecidos para resolver eficientemente los problemas que los consumidores puedan enfrentar.
Revisión de políticas internas: las empresas deben revisar y, si es necesario, modificar sus procesos internos para asegurar el cumplimiento del reglamento.
Enfoque en la experiencia del usuario: la adaptación a este reglamento debe ir acompañada de un enfoque renovado en la experiencia que se ofrece al consumidor, buscando no solo cumplir con la ley sino también mejorar la satisfacción del cliente.
Nuevas reglas, nuevas obligaciones… pero también NUEVAS OPORTUNIDADES
Hemos visto hasta aquí mucha información que justifica ampliamente la idea de que la implementación del Reglamento de Comercio Electrónico en Chile representa cambios significativos en el panorama del comercio digital dentro del país.
Estas modificaciones incluyen la obligatoriedad de proporcionar información clara y precisa sobre los productos y servicios ofrecidos, lo que abarca también la acción de detallar precios, características y disponibilidad de stock.
Esta transparencia exigida es esencial para construir confianza con los consumidores modernos, los cuales disponen hoy -gracias a internet- de mucha más información que en el pasado.
Además, el reglamento pone un énfasis especial en los derechos de los consumidores dentro del entorno digital, incluyendo el Derecho a Retracto y la mención a políticas claras de devoluciones, lo que requiere que las empresas estén preparadas para gestionar estas situaciones de manera profesional y calificada.
Pero así como este cambio normativo introduce nuevas exigencias para tu negocio, también es cierto que abre un abanico de oportunidades para innovar y mejorar la experiencia que tu empresa ofrece día a día a tus clientes.
Veamos concretamente cómo cualquier empresa hoy puede transformar estas nuevas regulaciones en ventajas competitivas que le permitan fortalecer su posición en el mercado digital chileno.
Alianza estratégica: el control total que te ofrece la Inteligencia Artificial en la actualidad
La Inteligencia Artificial (IA) emerge como una herramienta indispensable en la era del Reglamento de Comercio Electrónico. Su aplicación puede ser un diferenciador clave, en varios aspectos, para las empresas que buscan adaptarse y progresar.
Por un lado, la IA puede ser utilizada para automatizar procesos legales y de cumplimiento, asegurando que tu negocio se mantenga al día con las últimas regulaciones vigentes del mercado.
Por otro lado, la implementación de soluciones que empleen IA en servicio al cliente permite mejorar la calidad de atención que ofrece cualquier tipo de empresa, garantizando respuestas rápidas y personalizadas a los consumidores.
Transformando desafíos en oportunidades de crecimiento
A lo largo de este artículo hemos explorado diversas exigencias y obligaciones que el Reglamento de Comercio Electrónico representa hoy para las empresas en Chile.
Pero estos desafíos, aunque puedan parecer algo “abrumadores”, también abren la puerta a innovaciones significativas en el área legal y de experiencia del cliente.
Es que las nuevas regulaciones representan una oportunidad única para que tu negocio revise y mejore sus estrategias de respuesta a usuarios insatisfechos.
Gestionar de manera rápida y eficiente los reclamos y consultas en la actualidad se traduce en una mayor confianza y lealtad por parte de los consumidores, lo que es esencial en el competitivo y cambiante mundo del ecommerce.
La necesidad de adaptarse al Reglamento de Comercio Electrónico puede ser el impulso para desarrollar nuevas soluciones y servicios que no solo cumplan con la ley, sino que también ofrezcan un valor agregado a tus consumidores.
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